Entendemos que las dificultades que se presentan en la infancia han de ser tratadas de una manera global atendiendo a los diferentes contextos: familiar, educativo y social. De esta manera intervenimos por ejemplo en problemas de comportamiento, dificultades escolares, acoso, ansiedad infantil, dificultades sociales, estrés postraumático o miedo e inseguridad infantil.